
La inseguridad no da tregua en La Plata. En una nueva muestra del desgobierno que azota la provincia de Buenos Aires, una peligrosa banda armada asaltó una distribuidora de bebidas ubicada en Ruta 36 y 52, en la localidad de Lisandro Olmos. El golpe, ejecutado con total impunidad y violencia, ocurrió el miércoles por la mañana, cuando el local se disponía a abrir sus puertas.
Al menos cinco delincuentes fuertemente armados y con los rostros cubiertos irrumpieron en el comercio y redujeron al personal a punta de pistola. Mientras las víctimas eran amenazadas y retenidas contra su voluntad, los delincuentes actuaron con rapidez y ferocidad. Según fuentes policiales, cuatro de los ladrones llegaron a bordo de un Volkswagen Bora blanco, mientras que un quinto esperaba en una camioneta Toyota Hilux azul, que funcionó como apoyo logístico para la huida.
Durante el brutal asalto, los delincuentes patearon una de las puertas internas del comercio, donde se encontraban las cajeras, y se alzaron con dinero en efectivo, teléfonos celulares, billeteras, una campera y el dispositivo que almacenaba las imágenes de las cámaras de seguridad. La sustracción de ese equipo fue un golpe certero que obstaculiza seriamente el avance de la investigación.
El accionar de la “Banda de la Hilux” no fue improvisado. Todo indica una logística pensada y coordinada, con movimientos calculados para evitar ser identificados. Las víctimas vivieron momentos de absoluto terror, con armas apuntando a sus rostros y gritos de los ladrones exigiendo la recaudación del día.
La policía trabaja contrarreloj, pero hasta el momento no hay detenidos. La causa quedó en manos de la Justicia, que mantiene un silencio absoluto. En La Plata, los vecinos siguen viviendo bajo amenaza constante mientras el gobierno provincial, encabezado por Axel Kicillof, sigue sin ofrecer soluciones reales. La calle es tierra liberada para el delito.