
La inseguridad en La Plata se ha vuelto moneda corriente, y los vecinos ya no saben a quién recurrir. Esta vez, la víctima fue un trabajador que se encontraba cumpliendo su turno en una estación de servicio de la localidad de Hernández. A plena luz del día, dos motochorros lo sorprendieron, lo encañonaron y lo obligaron a entregar la recaudación del día. Todo ocurrió ante la total ausencia del Estado provincial, que sigue mirando para otro lado mientras los platenses viven en una verdadera tierra de nadie.
El violento episodio se produjo este lunes, cerca de las 13 horas, en la estación de servicio Gulf ubicada en 131 y 510. Según detallaron fuentes policiales, los delincuentes llegaron a bordo de una moto, simulando ser clientes. Nadie sospechaba lo que estaban por hacer. En segundos, uno de ellos sacó un arma y apuntó directo al rostro del playero, que no tuvo más opción que obedecer.
Los ladrones lo obligaron a ingresar al minishop de la estación, mientras le gritaban y lo amenazaban. Dentro del local, se apoderaron de la recaudación del día y de otros elementos de valor. Todo ocurrió en cuestión de minutos. Tras el robo, huyeron en su moto a toda velocidad y, como es costumbre, lograron escapar sin dejar rastro. Hasta el momento no hay detenidos.
El trabajador, aunque ileso físicamente, quedó en estado de shock y debió ser asistido por sus compañeros. Posteriormente realizó la denuncia en la comisaría correspondiente, pero como suele pasar en la gestión de Axel Kicillof y Julio Alak, todo indica que el caso quedará impune, como tantos otros.
Mientras el gobernador se la pasa hablando de “Estado presente”, en La Plata la realidad es otra: los vecinos son rehenes de motochorros, narcos y delincuentes que se manejan con total impunidad. El kirchnerismo ha dejado que la provincia caiga en manos del crimen. La policía, sin respaldo político, no da abasto. Y los trabajadores, como este playero, arriesgan su vida simplemente por salir a ganarse el pan.