La provincia de Buenos Aires atraviesa un repunte de casos de tos convulsa —también conocida como coqueluche o pertussis—, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa que puede prevenirse con vacunas. Según el último Boletín Epidemiológico provincial, en las últimas semanas se confirmaron cinco muertes, todas en niños pequeños, lo que encendió las alarmas en el sistema sanitario.
Un descenso en la vacunación infantil
Las autoridades bonaerenses manifestaron su preocupación por el descenso en las coberturas de vacunación, especialmente en los esquemas completos del primer año de vida.
“El coqueluche tiene una letalidad general baja, pero en los lactantes menores de un año puede llegar al 3%. Cuatro de los cinco niños fallecidos no habían recibido las dosis correspondientes, y uno era un recién nacido cuya madre no fue vacunada durante el embarazo”, detalló el informe oficial.
El Calendario Nacional de Vacunación establece un esquema gratuito y obligatorio: tres dosis durante el primer año de vida (a los 2, 4 y 6 meses), refuerzos a los 15-18 meses y a los 5 años, y una dosis adicional a los 11 años. Además, las embarazadas deben recibir la vacuna a partir de la semana 20 de gestación, y el personal de salud en contacto con bebés menores de 12 meses debe inmunizarse cada cinco años.
Sin embargo, el Ministerio de Salud provincial registró una disminución de más del 5% en la cobertura de la cuarta dosis respecto de la primera, lo que sugiere esquemas incompletos o atrasados.
Qué es la tos convulsa y cómo se manifiesta
La tos convulsa es causada principalmente por la bacteria Bordetella pertussis, aunque otras especies pueden provocar cuadros similares. Los síntomas suelen aparecer entre una y tres semanas después del contagio, y varían según la edad y el estado inmunológico del paciente.
La enfermedad suele comenzar con signos parecidos a un resfrío —tos leve, congestión y fiebre baja— y progresa hacia una tos intensa y persistente, con accesos que pueden terminar en vómitos o en un silbido característico al inspirar. En los lactantes, es frecuente que se presenten apneas o episodios de cianosis (falta de oxígeno), lo que aumenta el riesgo de complicaciones graves.
Aunque los adolescentes y adultos vacunados pueden cursar la enfermedad con síntomas leves, siguen siendo un vector de transmisión hacia los bebés, el grupo más vulnerable.
Un llamado a recuperar la confianza en las vacunas
Los especialistas insisten en que la vacunación es la herramienta más eficaz para prevenir brotes.
“La tos convulsa es una enfermedad que no debería causar muertes evitables. Contamos con vacunas seguras y efectivas; el desafío es garantizar que lleguen a toda la población”, remarcaron desde el área de Epidemiología.
Con los recientes fallecimientos y el descenso de la inmunización, el Ministerio de Salud bonaerense reforzó su campaña de concientización para que las familias completen los esquemas de vacunación y los equipos de salud verifiquen las dosis pendientes, especialmente en los más pequeños.