
Una vez más, la ciudad de La Plata fue escenario del desgobierno y la inseguridad reinante que castiga a los vecinos de bien mientras los delincuentes hacen lo que quieren. Esta vez, una joven fue brutalmente golpeada con la culata de un arma en plena vía pública para robarle la cartera. Ocurrió en Altos de San Lorenzo, barrio abandonado por las autoridades municipales y provinciales, donde el miedo ya forma parte del paisaje cotidiano.
El violento hecho ocurrió el viernes por la noche en calle 76 entre 14 y 15, cuando la víctima descendía de un vehículo para asistir al cumpleaños de un familiar. Apenas bajó del auto y esperó a que le abrieran la puerta, apareció un delincuente que ya la venía acechando desde media cuadra. La abordó sin mediar palabra, sacó un arma y, sin contemplaciones, le reventó la cabeza a culatazos para robarle la cartera.
“Me estaba viendo desde la otra cuadra. Cuando bajé del auto se acercó. Me pegó con el arma y me sacó todo”, relató la joven, aún en estado de shock. Producto del salvaje ataque, tuvo que ser asistida médicamente por un corte profundo en el cuero cabelludo. El delincuente, por su parte, escapó corriendo y, como es habitual en la Provincia de Kicillof y Alak, nunca más se supo de él. Nadie lo persiguió. Nadie lo detuvo. Nadie lo busca.
Vecinos del barrio aseguran que los robos se multiplican semana tras semana, pero la Policía brilla por su ausencia. “Nos cansamos de pedir patrulleros, pero no vienen. Parece que tienen miedo o les dan la orden de no aparecer”, expresó indignado un frentista.
La inseguridad no para de crecer en La Plata, convertida en tierra de nadie bajo la administración de Julio Alak, el eterno operador kirchnerista que volvió al poder de la mano de la condenada Cristina Fernández de Kirchner. Mientras tanto, los ciudadanos honestos quedan a merced de delincuentes cada vez más violentos, impunes y protegidos por un sistema que castiga al que trabaja y premia al que delinque.