
Una nueva muestra del fracaso de las políticas de seguridad del kirchnerismo sacude a los platenses. El domingo por la noche, una familia entera vivió minutos de terror cuando delincuentes armados con cuchillos irrumpieron en su vivienda en La Plata y desataron una brutal entradera. La escena fue propia de una película de horror: golpes, amenazas de muerte, violencia desmedida y total impunidad.
El hecho ocurrió en una casa ubicada en calle 3 entre 67 y 68, donde se encontraban un padre y su hijo menor de edad. Sin mediar palabra, dos delincuentes encapuchados entraron por el fondo del domicilio, tomaron por sorpresa a las víctimas, las ataron y comenzaron a golpearlas mientras exigían dinero. En ese momento, otros familiares arribaron al hogar y también fueron reducidos bajo amenazas de muerte.
Lo más grave: uno de los delincuentes blandía un cuchillo con el que amenazó directamente al niño, generando una escena de angustia y desesperación. Los ladrones no se conformaron con someter a la familia, sino que revolvieron toda la casa en busca de botín. Finalmente, huyeron llevándose una suma considerable de dinero en efectivo, joyas y otros objetos de valor.
Todo quedó registrado por las cámaras de seguridad del barrio: las imágenes muestran cómo los delincuentes escapan caminando tranquilamente por la vereda, sin ningún tipo de apuro, hasta llegar a la esquina de 3 y 67 donde los esperaba un auto que hizo de “campana”. Se movieron con total impunidad, sabiendo que en la provincia de Kicillof, la ley no rige para los delincuentes.
Vecinos de la zona están conmocionados y denuncian que los robos son moneda corriente. Mientras Axel Kicillof y su intendente aliado Julio Alak siguen mirando para otro lado, las familias platenses se ven obligadas a vivir encerradas, rogando no ser las próximas víctimas. La inseguridad avanza sin freno en La Plata y el gobierno provincial no tiene respuestas.