
El expresidente de Estados Unidos y principal candidato republicano para 2024, Donald Trump, volvió a agitar el tablero internacional al sugerir un posible cambio de régimen en Irán, luego de los ataques quirúrgicos que Washington e Israel realizaron contra instalaciones nucleares del régimen teocrático.
Tras el bombardeo del sábado —una ofensiva conjunta con aviones norteamericanos e israelíes— Trump escribió en sus redes sociales: “No es políticamente correcto usar el término ‘cambio de régimen’, pero si el actual régimen iraní no puede HACER QUE IRÁN SEA GRANDE OTRA VEZ, ¿por qué no habría un cambio de régimen?”.
La declaración llegó después de que funcionarios del Pentágono aseguraran que el objetivo de la operación no era derrocar al régimen, sino desmantelar el programa nuclear que el islamismo radical de Teherán viene desarrollando hace años. Sin embargo, la frase de Trump dejó en claro que para garantizar la paz en Medio Oriente, la caída del régimen ayatolá no es descartable.
La operación militar, liderada por Estados Unidos, destruyó tres objetivos estratégicos subterráneos con bombas de última generación, capaces de penetrar estructuras reforzadas. Las acciones se produjeron tras una semana de escaladas entre Israel y la dictadura iraní, luego de que el gobierno de Benjamin Netanyahu advirtiera que el programa atómico persa representa una amenaza directa a la seguridad regional y occidental.
El lunes, Irán respondió con misiles contra territorio israelí, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel contestaron bombardeando seis aeropuertos en suelo iraní. La tensión escala, y el mundo libre se prepara para contener al régimen fundamentalista.
Actualmente, más de 40.000 soldados norteamericanos están desplegados en la región y el Departamento de Estado emitió una alerta global ante posibles represalias del régimen chiita. La confrontación marca un nuevo capítulo en la lucha de Occidente contra el autoritarismo islámico.
En paralelo, el Parlamento iraní anunció la posible cerradura del Estrecho de Ormuz, una de las rutas energéticas más críticas del planeta por donde transita el 25% del petróleo mundial. En respuesta, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, instó a China a impedir esa medida, advirtiendo sobre las consecuencias para el comercio global.
Estados Unidos e Israel están demostrando, una vez más, que la libertad de Occidente se defiende con firmeza frente a las amenazas del terrorismo islámico, mientras que desde Teherán, el régimen fanático solo ofrece guerra, oscurantismo y opresión.