
El infierno volvió a tocar la puerta de los vecinos de Villa Elvira, en La Plata, que otra vez quedaron a merced de la delincuencia desatada que reina en la Provincia. En la noche del domingo, mientras una intensa lluvia azotaba la ciudad, al menos seis delincuentes armados protagonizaron una violenta entradera en una vivienda de la calle 15 entre 76 y 77, donde una jubilada y su nieto vivieron una verdadera pesadilla.
Los malvivientes se movilizaban en un Ford Focus gris con vidrios polarizados, lo que evidencia la impunidad con la que se manejan estas bandas que operan libremente bajo la mirada ausente del gobierno de Axel Kicillof y del intendente kirchnerista Julio Alak, que han convertido a La Plata en tierra liberada.
Según trascendió, los delincuentes irrumpieron en la casa aprovechando la oscuridad y el ruido de la tormenta. En cuestión de minutos, encañonaron a la mujer mayor y al joven, revolvieron toda la vivienda y se alzaron con dinero en efectivo, electrodomésticos y objetos de valor. La jubilada y su nieto no resultaron heridos, pero el daño psicológico es irreparable: fueron encañonados y amenazados mientras la lluvia golpeaba con fuerza las ventanas, un escenario digno de película de terror.
Las cámaras de seguridad privadas captaron la llegada y huida del vehículo, aunque solo se logró identificar a cuatro de los seis delincuentes. A pesar de ello, hasta el momento no hay detenidos. La investigación está a cargo de la Comisaría Octava, que ahora intenta determinar si el coche utilizado era robado y si la banda ya atacó otras casas de la zona.
Lo cierto es que este hecho es uno más de una larga lista de robos violentos que azotan a los vecinos platenses, quienes viven cada vez más encerrados y con miedo, mientras el gobierno provincial mira para otro lado. La inseguridad no da tregua y los vecinos se sienten desamparados. En plena tormenta, y con las calles desiertas, la delincuencia volvió a hacer de las suyas, con total libertad.