La inseguridad en La Plata es insostenible. Un nuevo hecho delictivo dejó en evidencia la falta de control y la ausencia del Estado en materia de seguridad. Un delincuente armado subió a un micro de la Línea Este en Villa Elvira y, a punta de pistola, desvalijó a todos los pasajeros antes de escapar sin dejar rastros.

El violento episodio ocurrió el miércoles pasado en una unidad del ramal 16. El criminal abordó el colectivo en la intersección de 116 y 96 haciéndose pasar por pasajero, pero sin pagar boleto. Tras caminar hasta el fondo del vehículo y regresar a la parte delantera, sacó un arma de fuego y amenazó a todos los presentes.
En medio de la desesperación de los pasajeros y el conductor, el asaltante obligó a entregar pertenencias como mochilas, billeteras, celulares y hasta una tarjeta de crédito. Una vez con el botín en sus manos, descendió del colectivo y huyó sin que nadie pudiera detenerlo.
Las autoridades buscan al responsable y cuentan con una pista clave: minutos después del robo, el delincuente utilizó una tarjeta sustraída en un supermercado ubicado en 98 entre 1 y 115, donde realizó una compra por $2.400. La Policía analiza ahora las cámaras de seguridad de la zona para intentar identificarlo y dar con su paradero.
Este tipo de hechos delictivos se repiten cada vez con más frecuencia en La Plata, donde la gestión de Julio Alak ha demostrado ser un fracaso absoluto en materia de seguridad. Mientras el intendente kirchnerista se dedica a sus propios intereses políticos, los ciudadanos están indefensos ante la ola de robos y violencia que azota la ciudad.
Los vecinos exigen respuestas, patrullaje real y un plan de seguridad que proteja a los platenses. Sin embargo, con Alak en el poder, las promesas de campaña quedaron en el olvido y la inseguridad sigue creciendo sin control.