El hospital San Roque de Gonnet se convirtió este martes en una zona de guerra, cuando un grupo de delincuentes vinculados a la UOCRA La Plata desató un brutal tiroteo en el interior del nosocomio, sembrando el pánico entre pacientes y personal de salud.

El violento episodio tuvo su inicio en el barrio Norte de La Plata, cuando dos facciones antagónicas se enfrentaron en plena calle. Fuentes indican que el conflicto se dio entre integrantes de la barra brava de Gimnasia y miembros de la UOCRA, estos últimos bajo el ala de Iván Tobar, un personaje de peso en el gremio de la construcción en la región. Durante la pelea, un hombre sufrió varias puñaladas y fue trasladado de urgencia al hospital San Roque.
Sin embargo, la violencia no terminó allí. Minutos después, seis sujetos con el rostro cubierto irrumpieron en el centro de salud con el objetivo de encontrar al herido. Según testigos, los individuos estaban vinculados a la UOCRA y comenzaron a amenazar a quienes se encontraban en la guardia. En cuestión de segundos, el caos se desató cuando se escucharon los primeros disparos.
El enfrentamiento a balazos comenzó en la vereda, pero pronto se trasladó al interior del hospital, obligando a los pacientes y médicos a refugiarse en las habitaciones. “La guardia se convirtió en un campo de batalla, todos corrían para salvarse. Es inadmisible que esto ocurra en un hospital”, relató un testigo a este medio.
Las fuerzas policiales llegaron al lugar para intentar contener la situación, aunque la violencia no se disipó de inmediato. Trascendieron videos en los que se escucha a los implicados mencionar a Iván Tobar, lo que refuerza la versión de que sectores sindicales vinculados a la UOCRA estuvieron involucrados en la balacera.
Hasta el momento, se desconoce el número exacto de heridos, aunque se sabe que varios tuvieron que recibir atención médica debido al enfrentamiento. Los atacantes habrían escapado en una camioneta luego de sembrar el terror en el hospital.
Este lamentable episodio refleja el nivel de impunidad con el que operan ciertas mafias sindicales en la Provincia de Buenos Aires, donde la violencia y el amedrentamiento son moneda corriente. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie siguen siendo rehenes de estas estructuras criminales que actúan con total impunidad ante la inacción de las autoridades.