
La Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires está a punto de aprobar mañana la suspensión de las PASO, un proyecto que ha desatado una guerra interna en el peronismo. Axel Kicillof, en su intento por afianzarse como el líder indiscutido, y la condenada Cristina Fernández de Kirchner, que desde las sombras sigue buscando su poder, se juegan todo en esta jugada. La condenada, aunque disimula el enfrentamiento, sigue siendo una amenaza latente para el gobernador, quien está a punto de perder el control de la provincia si las aguas no se calman.
La votación en el Senado fue un triunfo para Kicillof, pero las tensiones siguen escalando. La aprobación del proyecto no hizo más que agitar las aguas, dejando claro que las diferencias entre el kirchnerismo y el sector de Kicillof están más vivas que nunca. El peronismo no puede esconder la guerra interna: cada uno luchando por su propia candidatura, y la gente, como siempre, observando cómo se destrozan entre ellos.
Pero lo que realmente pone en jaque a la condenada es la posibilidad de que la ley de Ficha Limpia avance. Si se sanciona, la condenada quedaría fuera de la arena electoral para cargos nacionales, un golpe mortal a sus aspiraciones. Y no solo eso, la Corte podría pronunciarse en cualquier momento sobre su elegibilidad, y si le cierran las puertas, el cristinismo podría desplomarse como un castillo de naipes. Mientras tanto, en distritos clave como Berisso y Ensenada, los intendentes alineados con Kicillof, Fabián Cagliardi y Mario Secco, podrían ver cómo sus bases se derrumban ante la potencial postulación de la condenada.
La “tregua” que se dio entre la condenada y Kicillof es solo una fachada. El verdadero conflicto por el poder está lejos de resolverse, y lo que viene podría ser una auténtica explosión política. La fecha clave será en julio, cuando los frentes se inscriban, pero antes, todos esperan ver si el proyecto de Ficha Limpia se aprueba y si la condenada se ve obligada a dejar el escenario. El peronismo está al borde de un colapso, y lo peor está por venir.