
Mientras el intendente Julio Alak y el gobernador Axel Kicillof se sacan fotos inaugurando plazas y haciendo campaña con fondos públicos, los vecinos de Arana viven encerrados y aterrados por una ola de robos que no da tregua. Hartos de la inacción del Estado, frentistas salieron a denunciar la situación con pasacalles cargados de ironía y desesperación: “Sr. Chorro, pase tranquilo por la garita de calle 90, no sirve para nada”.
En un clima de creciente tensión, los carteles aparecieron a lo largo de la calle 137, desde 90 hasta 637. Lejos de ser una simple queja, los mensajes reflejan el hartazgo de una comunidad completamente abandonada por la gestión kirchnerista. “Bienvenidos a Arana: muchos delincuentes y pocos policías, vecinos armados”, reza uno de los pasacalles, dejando en evidencia que los ciudadanos ya no creen en el Estado y se ven obligados a defenderse por sus propios medios.
Mientras tanto, Alak sigue obsesionado con cortar cintas y anunciar remodelaciones cosméticas en plazas y espacios verdes, como si eso alcanzara para tapar la creciente ola delictiva que azota a la ciudad. Kicillof, por su parte, mira para otro lado y se concentra en repartir fondos discrecionalmente en intendencias militantes, sin resolver los verdaderos problemas de fondo: la inseguridad, el desempleo y el narcotráfico.
Otro de los carteles lanzaba una dura acusación: “El gobierno es cómplice de la inseguridad. Exigimos respuestas y seguridad ya”. Esta frase, breve pero contundente, resume el sentir de miles de vecinos que se sienten absolutamente desprotegidos por un sistema que parece estar más preocupado en garantizar derechos para los delincuentes que en proteger a los ciudadanos honestos.

“Vivimos con miedo, y los gobernantes no hacen nada” y “Sr. Gobernador y Sr. Intendente: menos discurso y más seguridad”, completan el panorama de un barrio que estalló ante el abandono y la impunidad.
Mientras los vecinos colocan carteles para advertir a los ladrones, en vez de a las fuerzas de seguridad, la única respuesta del gobierno es más marketing, más actos vacíos y cero soluciones reales. Arana hoy es el reflejo de lo que sucede cuando el kirchnerismo gobierna: delincuentes sueltos, ciudadanos presos, y políticos jugando a hacer campaña.
