
La inseguridad en La Plata sigue escalando a niveles alarmantes y esta vez, los protagonistas del delito tienen apenas 10 y 12 años. Tres menores fueron demorados por la Policía tras ser sorprendidos intentando robar un kiosco en las inmediaciones de Plaza Islas Malvinas. Pese a la gravedad del hecho y a ser reincidentes, la Justicia volvió a soltarlos y fueron restituidos a sus padres, alimentando la impunidad que ya se volvió norma en la capital bonaerense.
El nuevo intento de robo fue detectado por las cámaras del centro de monitoreo municipal en la esquina de 20 y 50. Los tres menores se movían en grupo con intenciones delictivas. Tras el alerta, efectivos de la Comisaría 4ª y la Policía Motorizada llegaron al lugar y los interceptaron en plena acción. La causa quedó en manos de la fiscal Carmen Ibarra, titular de la UFI N°3 del Joven, bajo la carátula de tentativa de robo en poblado y en banda.
Estos mismos chicos ya habían sido noticia días antes por otro robo: el viernes pasado fueron capturados intentando saquear la Escuela Primaria N°72 de Los Hornos. En aquella ocasión, buscaban llevarse rollos de papel higiénico, bolsas de consorcio y un manojo de llaves. Pese a haber sido demorados por la Policía, la Justicia los consideró inimputables por su edad y ordenó su entrega inmediata a los progenitores.
La reincidencia en tan pocos días refleja un problema profundo y una total falta de respuestas por parte del Estado. Mientras los delincuentes juveniles actúan con total impunidad, los vecinos padecen los embates de una inseguridad que avanza sin freno. El recuerdo del asesinato de Kim Gómez, arrastrada por menores con antecedentes, sigue vivo en la memoria de los platenses, que observan con desesperación cómo se repite la misma historia: delito, detención, liberación… y más delito.