
La situación del tránsito en La Plata se convirtió en una verdadera carnicería urbana. A solo siete meses de iniciado el 2025, la ciudad ya contabiliza 44 muertos por accidentes viales, una cifra aterradora que duplica las víctimas registradas el año pasado. Las calles se volvieron un infierno para peatones, conductores y motociclistas que, a diario, arriesgan la vida en cada esquina.
El dato alarmante encendió todas las alarmas en el Concejo Deliberante, donde el bloque de La Libertad Avanza no dudó en señalar a los responsables políticos de esta crisis. Exigieron que Víctor Hortel, el polémico funcionario de Julio Alak a cargo del área de Control Urbano, sea interpelado públicamente para que explique qué está haciendo el Municipio ante esta escalada mortal.
“La seguridad vial en La Plata es un tema de vida o muerte, pero para Alak y su equipo sigue siendo un asunto secundario”, sentenciaron los concejales libertarios. Denunciaron la absoluta falta de controles efectivos, la desidia en la planificación del tránsito y la incapacidad manifiesta para dar respuestas concretas.
Lejos de mostrar avances, la gestión de Alak parece haber empeorado el cuadro. Calles rotas, señalización deficiente, semáforos que no funcionan y un Estado ausente que deja la ciudad librada a la ley de la selva. “El tránsito es un infierno, pero para Alak parece que no pasa nada”, dispararon desde la oposición.
Mientras tanto, los platenses pagan con sangre la inacción del Municipio, y cada semana las crónicas policiales se llenan con nuevas víctimas fatales, muchas veces jóvenes que encuentran la muerte en esquinas mal iluminadas o en avenidas convertidas en pistas de carrera.
Con esta realidad, La Libertad Avanza exige que Hortel dé la cara ante los vecinos y explique por qué el Municipio no está a la altura del drama que atraviesa la ciudad. La pregunta es: ¿cuántos muertos más va a tolerar Alak antes de hacer algo?