
En un escándalo sin precedentes, el kirchnerismo volvió a mostrar su costado más oscuro: la Junta Electoral bonaerense quedó sorpresivamente sin luz en plena carga de listas para las elecciones legislativas. Un hecho tan grosero como sospechoso, que deja en evidencia la desesperación del peronismo K por manipular el proceso electoral a su antojo, como si la provincia fuera su feudo personal.
Mientras La Libertad Avanza ya había presentado en tiempo y forma sus 135 listas completas y correctamente cargadas, el kirchnerismo sigue entrampado en su interna feroz y sin resolver ni siquiera el nombre de la nueva “tribu” electoral con la que pretenden esconder el fracaso que arrastran hace décadas en la Provincia de Buenos Aires.
¿Casualidad? De ninguna manera. La interrupción del suministro eléctrico en la Junta Electoral ocurrió justo cuando el oficialismo no logra ordenar su oferta electoral, mientras crecen las peleas intestinas entre los sectores que responden a Axel Kicillof, a Máximo Kirchner y a la propia condenada Cristina Kirchner. La maniobra, digna de un thriller político, apunta a ganar tiempo de manera ilegal, estirando los plazos para que la casta peronista acomode sus internas con total impunidad.
El diputado nacional de La Libertad Avanza, Sebastián Pareja, fue contundente: “La democracia está en juego porque el kirchnerismo viola todas las reglas. Lo que hicieron es de una gravedad institucional histórica. ¿Quién se va a hacer cargo?”. Y agregó: “Mienten, delinquen y engañan a la sociedad argentina. Son todos parte de la misma casta, caminen con o sin tobillera”.
El kirchnerismo, que se victimiza con discursos vacíos sobre “las formas” y la “república en peligro”, vuelve a recurrir al sabotaje y la trampa para sostenerse a cualquier precio. El mensaje es claro: cuando no les dan los números, cortan la luz y manipulan el sistema. Así funciona el verdadero “modelo K”, el del apriete, la trampa y el abuso de poder.