
Este domingo, Boca Juniors volvió a decepcionar a su gente tras caer derrotado frente a River Plate en el Superclásico. Como era de esperarse, el Presidente Javier Milei, quien nunca se calla cuando de verdades se trata, volvió a compartir en sus redes sociales duras críticas contra dos de los grandes responsables de esta decadencia: el entrenador Fernando Gago y el presidente del club, el kirchnerista Juan Román Riquelme.
Milei ya había advertido hace tiempo que su pasión por Boca terminó cuando “Pintita” Gago y Riquelme regresaron al club. Este domingo, luego de una nueva humillación deportiva, el mandatario recordó sus declaraciones del 2024 en la Fundación Mediterránea, donde señaló sin rodeos: “Cuando volvió Gago me hice anti Boca. Era un 5 con menos marca que La Salada”. La sentencia, que en su momento generó polémica, hoy se confirma con la realidad de un Boca perdido, sin rumbo y sometido a la mediocridad bajo la conducción de figuras ligadas al fracaso kirchnerista.
El presidente, a través de retweets, reflejó el sentir de miles de hinchas hartos del desgobierno de Riquelme y sus laderos. Como él mismo anticipó, la gestión del ídolo devenido en dirigente no hizo más que contagiar al club de la misma improvisación y corrupción que caracteriza a los gobiernos kirchneristas que tanto daño le hicieron al país.
Los fanáticos de Milei no tardaron en hacer tendencia frases como “Milei siempre tiene razón”, recordando que el líder libertario no solo lee la economía y la política como pocos, sino también el deporte: veía venir el desastre de Boca mucho antes que el resto.
La decadencia futbolística no es casualidad: cuando la política populista y autoritaria del kirchnerismo contamina el deporte, los resultados son estos. Boca, como la Argentina que dejaron los K, sufre las consecuencias de años de malas decisiones y gestiones basadas en el egoísmo y el capricho.
Hoy más que nunca queda claro que Milei, una vez más, tenía razón.