En una muestra más de su cinismo político, el kirchnerismo y el massismo le dieron la espalda a la provincia de Buenos Aires y decidieron boicotear la sesión especial de la Cámara de Diputados bonaerense, impidiendo el debate sobre la eliminación de las PASO. Con la ausencia calculada de La Cámpora y el Frente Renovador, la sesión quedó sin quórum y el despilfarro de recursos públicos sigue en pie.

Mientras la provincia sigue con hospitales sin insumos, escuelas destruidas y una inseguridad creciente, el kirchnerismo se niega a eliminar un mecanismo electoral costoso e innecesario. ¿El motivo? Preservar su maquinaria de poder y sus internas políticas a costa del bolsillo de los bonaerenses.
Los números son claros: las PASO representan un gasto millonario para una provincia que ya no puede sostener más despilfarros. Sin embargo, en lugar de dar la cara y debatir de cara a la sociedad, los diputados K optaron por la estrategia de siempre: la deserción y la especulación política.
Desde la oposición, el bloque de La Libertad Avanza, el PRO y la Coalición Cívica intentaron poner fin a este derroche electoralista, pero se encontraron con el muro del kirchnerismo, que sigue priorizando sus disputas internas por sobre las necesidades reales de los ciudadanos. Demostrando así que prevalecen sus intereses políticos por sobre todo.
El debate ahora se pospone para el 27 de marzo, pero la maniobra K ya dejó en claro su postura: los bonaerenses pueden seguir hundiéndose en la crisis, siempre y cuando ellos mantengan su control sobre la estructura electoral.
El kirchnerismo sigue demostrando que gobierna para sus propios intereses y no para la gente. En lugar de tomar decisiones responsables, prefiere seguir exprimiendo a los bonaerenses con un sistema electoral costoso, inútil y diseñado para mantener su estructura política.
¿Hasta cuándo los bonaerenses seguirán financiando la rosca kirchnerista con sus impuestos?