El emblemático Bosque de La Plata, reconocido por ser uno de los pulmones verdes y espacios de encuentro de la ciudad, se ha convertido en el epicentro de una grave crisis. Durante los últimos dos meses, la oscuridad se ha apoderado de varias zonas clave del parque, producto de la negligencia en el alumbrado público. Esta situación no solo afecta a quienes disfrutan de actividades deportivas y recreativas, sino que también ha incrementado el riesgo de accidentes en horas de baja visibilidad.

Un descuido que cobra factura
Bajo la administración del intendente kirchnerista Julio Alak, la falta de iluminación en los caminos ha generado un ambiente propicio para el desorden. Testigos y vecinos denuncian que corredores, ciclistas y peatones transitan en la penumbra, obligados a enfrentar la incertidumbre y el peligro cada noche. Mientras tanto, la respuesta de la gestión municipal ha sido lenta y poco efectiva, dejando en evidencia una preocupante inercia frente a las necesidades de la ciudadanía.
Mosquitos y salud pública en riesgo
La situación empeora con la proliferación de mosquitos, que han transformado el espacio en un foco de incomodidad y riesgo para la salud de quienes lo visitan. Sin medidas visibles de fumigación o control sanitario, el Bosque se ha convertido en un escenario casi inhabitable, donde los enjambres de insectos complican la práctica de actividades al aire libre y amenazan el bienestar de los vecinos.
Caos vehicular y peligro inminente
El deterioro del entorno se agrava con el caos vehicular que reina en la zona. La convivencia desorganizada entre bicicletas que circulan a alta velocidad y autos que transitan sin control ha convertido al parque en un espacio de riesgo constante. La falta de señalización y control en el tránsito ha provocado accidentes y pone en evidencia la desidia de las autoridades municipales para proteger a los ciudadanos.
El Bioparque, otro eslabón en la cadena de negligencia
La crisis no se limita al Bosque. El Bioparque de La Plata también ha sufrido las consecuencias de la falta de acción del gobierno local. La caída de un gran árbol, que derribó parte de la reja y obstruyó la vereda, fue solo otro episodio más que resalta la inoperancia del intendente Alak. Hasta el momento, las autoridades no han intervenido para retirar la rama ni asegurar el paso, dejando a los vecinos a merced del peligro.
¿Hasta cuándo la inacción?
Desde mediados de 2024, diversas voces en el ámbito político han reclamado transparencia y respuestas sobre el manejo de estos espacios públicos. Con informes que se retrasan y promesas incumplidas, la ciudadanía se pregunta: ¿cuándo tomará el intendente Alak medidas concretas para revertir esta alarmante situación? La falta de acción y la evidente desidia municipal son síntomas de una gestión que parece más preocupada por apariencias que por garantizar la seguridad y el bienestar de los platenses.
La comunidad exige respuestas urgentes y medidas efectivas que pongan fin a la penumbra, al caos y al riesgo que imperan en el Bosque de La Plata y el Bioparque. La inacción de la administración local, encabezada por Alak, no solo pone en riesgo la integridad de los ciudadanos, sino que también empaña el legado de uno de los espacios públicos más preciados de la ciudad.