
La inseguridad no da tregua en La Plata y, una vez más, deja a la vista el fracaso absoluto de las políticas de seguridad del gobierno provincial. Esta vez, el escenario fue la localidad de Ringuelet, donde tres delincuentes ingresaron a una vivienda y protagonizaron un robo que terminó con dos de ellos detenidos, uno de tan solo 15 años.
El hecho ocurrió en una casa ubicada sobre la avenida 7, entre 513 y 514. Alertados por vecinos que escucharon ruidos sospechosos, efectivos del Comando de Patrullas llegaron rápidamente al lugar y se encontraron con tres sujetos intentando huir tras saltar un paredón de la propiedad. Inmediatamente se montó un operativo cerrojo y, tras una breve persecución, lograron aprehender a dos de los malvivientes en la esquina de 7 y 513.
Uno de los detenidos fue identificado como Uriel Gorosito, de 19 años. El otro, de apenas 15 años, fue restituido a sus padres tras ser demorado, a pesar de su participación directa en el hecho delictivo. El tercero logró escapar y continúa prófugo.
Entre los elementos robados se secuestraron candados, llaves, cadenas, un picaporte, un reloj, un dije en forma de cruz y hasta un mate en miniatura, todos reconocidos por la víctima del robo, una mujer de 72 años que se encontraba en el domicilio al momento del ataque. La jubilada quedó en estado de shock tras el episodio.
Los delincuentes enfrentarán cargos por “tentativa de robo agravado por la participación de un menor”. Sin embargo, como ya es costumbre en la Provincia de Buenos Aires, la laxitud del sistema judicial vuelve a jugar a favor de los delincuentes. El menor, liberado sin mayores consecuencias, representa un nuevo símbolo de impunidad en un territorio gobernado por el desinterés y la desprotección ciudadana.
Una vez más, la calle queda en manos de los delincuentes, mientras el kirchnerismo platense y provincial mira para otro lado. La inseguridad avanza, y los vecinos de bien siguen pagando las consecuencias.