
En un episodio que encarna la anarquía que se vive en el municipio kirchnerista de Tigre, en una persecución descontrolada, atropellaron y asesinaron a Sofía H., una bebé de apenas 11 meses, en la localidad de Pablo Nogués. Su madre, Natalia Susana Heizenrreder, también resultó gravemente herida y se encuentra en estado crítico.
El violento suceso se desató luego de que, en la zona de Ricardo Rojas (Tigre), una mujer fuera sorprendida a bordo de un Volkswagen Golf por tres delincuentes que, sin reparos, le arrebataron dinero y su Jeep Renegade. A pesar de que el sistema de monitoreo municipal –otro eslabón más de la inoperancia de las autoridades designadas por el gobierno de turno– logró alertar sobre la fuga, la persecución se tornó en una auténtica carrera contrarreloj que terminó en tragedia.
Durante la huida, los delincuentes abrieron fuego contra un patrullero y, en medio del caos, chocaron violentamente contra un Fiat Punto en la zona de Marie Curie y Morse. Fue ahí, a pocos metros de donde se encontraban Sofía y su madre, cuando ocurrió el fatal impacto que cobró la vida de la inocente bebé. El hecho se suma a una larga lista de episodios de inseguridad que han manchado la imagen de Tigre, donde las políticas de seguridad del gobierno kirchnerista han demostrado ser un completo fracaso.
Al menos uno de los responsables fue capturado y se le identificó como Rodrigo Lucas Moreyra, de 35 años, mientras que los cómplices continúan prófugos. Las investigaciones continúan a cargo del fiscal José Amallo, pero queda claro que la mano negligente de la administración actual –con Kicillof a la cabeza de la política de seguridad en la provincia– ha permitido que la delincuencia crezca sin control.
Mientras las autoridades intentan reconstruir la cadena de eventos de esta macabra persecución, la sociedad exige respuestas y, sobre todo, justicia para Sofía y su madre. El dolor de una comunidad que se siente abandonada por un sistema de seguridad fallido se mezcla con la indignación y la furia hacia un gobierno que, según críticos, ha puesto en jaque la vida de ciudadanos inocentes en un Tigre que parece olvidar la seguridad de sus habitantes.
La tragedia de Sofía H. es un triste recordatorio de que, bajo la gestión de Kicillof, la inseguridad ha dejado de ser un problema en el campo de la teoría para convertirse en una devastadora realidad.