
En plena crisis económica y con miles de familias haciendo malabares para llegar a fin de mes, el Gobierno de Axel Kicillof volvió a meter la mano en el bolsillo de los platenses y aplicó un nuevo aumento en la tarifa de luz. Mediante la Resolución 398/25 publicada este viernes en el Boletín Oficial, la administración provincial autorizó un tarifazo del 3,4% en promedio que afectará a todos los usuarios de La Plata y la región.
El nuevo cuadro tarifario impactará en las boletas correspondientes a los consumos de mayo y junio, por lo que los vecinos sentirán el ajuste en las facturas que comenzarán a llegar en las próximas semanas. La medida alcanza a todas las cooperativas eléctricas y a las distribuidoras que operan en la provincia, incluyendo a Edelap, que brinda servicio en La Plata.
Con este nuevo incremento, un usuario residencial N1 (ingresos altos) que este mes pagó una boleta de $37.600 ahora tendrá que desembolsar alrededor de $38.000. Por su parte, un usuario N2 (ingresos bajos) que abonaba $23.500 pasará a pagar unos $24.400. Otro golpe directo al bolsillo de los que menos tienen, que ya vienen siendo castigados por años de pésima administración kirchnerista en la provincia.
Desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos intentaron justificar el aumento señalando que se debe al alza del precio mayorista de la energía a nivel nacional y a un ajuste del denominado “valor agregado de distribución” (VAD), un componente manejado directamente por la Provincia. Sin embargo, lo cierto es que Kicillof vuelve a cargar sobre la gente el costo de su ineficiencia.
Mientras el gobernador viaja a dar charlas ideológicas y busca posicionarse como líder opositor a Javier Milei, los bonaerenses deben bancarse otra suba que afecta directamente a su calidad de vida. El ajuste siempre cae sobre los mismos: la clase media, los trabajadores y los sectores más vulnerables, que ven cómo cada mes su sueldo vale menos frente al avance de los tarifazos.
Con este nuevo aumento, ya son varios los ajustes aplicados en lo que va del año bajo la gestión Kicillof, quien lejos de mostrar sensibilidad social, opta por seguir esquilmando a los ciudadanos para sostener un aparato estatal que no da respuestas y que solo sirve para mantener privilegios políticos.