
Una verdadera postal del infierno se vive desde esta madrugada en pleno centro de La Plata, donde un incendio de proporciones estremecedoras arrasó con un enorme edificio ubicado en la esquina de diagonal 77 y 48. Las llamas, que comenzaron cerca de las 6:30 de la mañana, no tardaron en consumir por completo la estructura, provocando pasadas las 8:30 el colapso brutal de la fachada, en medio de explosiones, cortes de luz y la desesperación de los vecinos.
El siniestro se desató en un depósito de un local de electrodomésticos que funcionaba donde antes hubo una estación de servicio y posteriormente una playa de estacionamiento. El lugar, con sus pisos superiores abarrotados de materiales inflamables, se convirtió rápidamente en una bomba de tiempo: el fuego se expandió a toda velocidad mientras la intensa lluvia no lograba siquiera aplacar el desastre.
Las imágenes son dantescas: cuatro dotaciones de bomberos combatiendo sin descanso las llamas, que ya consumieron varios autos particulares estacionados en las inmediaciones, y una densa nube de humo negro cubriendo la zona, con gases tóxicos que mantienen en vilo a los especialistas. El derrumbe parcial del edificio obligó a redoblar los esfuerzos de seguridad y se ordenó la evacuación urgente de los vecinos, mientras la electricidad fue interrumpida en toda la cuadra por el colapso estructural.
En un comunicado oficial, la Municipalidad de La Plata intentó llevar algo de calma al afirmar que “no hay heridos”, aunque el panorama es desolador y las pérdidas materiales son millonarias. Policía Bonaerense, Control Urbano y los bomberos permanecen desplegados, con cortes de calles y un fuerte operativo para evitar que algún curioso ponga en riesgo su vida en el lugar.
Aún se desconocen las causas del siniestro que conmociona a toda la ciudad. La tensión no cede, porque el fuego todavía no fue controlado y existe riesgo de nuevos derrumbes. El centro platense amaneció este miércoles como un verdadero campo de batalla, con escenas que parecen sacadas de una película apocalíptica.