
En una nueva muestra de su adicción por el control y el estatismo, el kirchnerismo local —con el concejal Cristian Vander de Unión por la Patria a la cabeza— impulsó en el Concejo Deliberante de La Plata un proyecto de ordenanza que busca regular y condicionar el trabajo de los repartidores de apps como Pedidos Ya y Rappi, bajo la excusa de “formalizar” su situación laboral.
El debate estalló en la octava sesión ordinaria del Concejo, donde se cruzaron oficialismo, oposición e incluso miembros del mismo bloque por un tema que ya fue regulado en 2022 durante la gestión de Julio Garro, pero que nunca se aplicó. Ahora, el kirchnerismo pretende volver a legislar sobre lo mismo, con un proyecto que huele más a recaudación encubierta y control político que a preocupación genuina por los trabajadores.
El concejal del PRO, Nicolás Morzone, fue tajante y denunció que la iniciativa es un “error galopante”, recordando que ya existe la ordenanza 12.396, que fue votada por unanimidad —incluso por el propio Vander— pero jamás reglamentada por el Ejecutivo. La ordenanza anterior ya establecía un registro de repartidores, pero el kirchnerismo local, que gobierna hoy la ciudad, no movió un dedo para aplicarla.
Desde el bloque de La Libertad Avanza, la concejala María Belén Muñoz fue aún más clara: “¿Cómo van a decir que no funcionó si ni siquiera la aplicaron?”. La libertaria también cruzó a Diego Rovella (UCR), que defendió la iniciativa de Vander y fue rápidamente señalado por sus ambigüedades: “Si no pueden defender el trabajo legislativo que se dediquen a otra cosa”, sentenció Muñoz.
El trasfondo es evidente: quieren meter a las apps en un sistema de control estatal, exigir seguros, registros e identificaciones, obligar a las plataformas a inscribirse en un padrón municipal y someterlas a regulaciones arbitrarias. Como si eso no fuera suficiente, el presidente del bloque oficialista, Pablo Elías, dejó en claro el verdadero objetivo: “Vamos a ver de qué lado está el PRO cuando tengamos que tocarle los intereses a esas empresas”.
En otras palabras, el kirchnerismo quiere saquear el esfuerzo de los trabajadores independientes y ahogar con impuestos y burocracia a quienes encontraron en el delivery una vía de ingreso en medio de una economía devastada… justamente por las políticas que ellos mismos impulsaron durante décadas.
Desde La Libertad Avanza, el concejal Guillermo Bardón pidió que la ordenanza, si se aprueba, al menos se cumpla —a diferencia de la de 2022— y aprovechó para señalar otra muestra del abandono municipal: la ordenanza para construir la plaza “Las Casitas” en Los Hornos lleva 7 meses aprobada y el intendente kirchnerista Julio Alak ni siquiera cortó el pasto.
El kirchnerismo platense, lejos de preocuparse por la libertad o el progreso, vuelve a mostrar su cara más oscura: la del control, el apriete y el hambre de caja. Y en el medio, como siempre, quedan los laburantes.