
La inseguridad en la ciudad de La Plata no da tregua y este domingo volvió a golpear con fuerza en la localidad de City Bell. Esta vez, la víctima fue una psicóloga de 63 años que sufrió un violento robo mientras atendía en su consultorio ubicado en su vivienda de 475 y 10. Un delincuente aprovechó un descuido, rompió una ventana y se llevó la herramienta principal de su trabajo: su computadora portátil.
El hecho ocurrió durante las primeras horas de la tarde. La profesional se encontraba atendiendo en su hogar cuando un estruendo la sacó de concentración. Alarmada, bajó a revisar qué sucedía y fue en ese momento cuando se topó cara a cara con el delincuente, un joven de unos 30 años que había logrado colarse en su casa tras romper una de las ventanas del frente.
La escena fue tan sorpresiva como aterradora: la mujer, desesperada, comenzó a gritar con fuerza “¡Policía!”, lo que provocó que el ladrón escapara a toda velocidad por el mismo lugar por donde había ingresado. Sin embargo, antes de huir, logró alzarse con un valioso botín: una notebook personal que la mujer usaba para trabajar y almacenar los registros de sus pacientes.
Luego del susto, la víctima recorrió su casa y comprobó el daño: el vidrio roto, la ventana violentada y la computadora desaparecida. “Pensé que había sido el perro al principio, pero cuando vi la ventana destruida y la notebook que ya no estaba, entendí que había sido un ladrón”, relató aún conmovida.
Minutos después del robo, cerca de las 15.30, efectivos de la Policía Bonaerense se hicieron presentes en el lugar. Tomaron declaración a la víctima, levantaron pruebas y solicitaron las imágenes de las cámaras de seguridad del barrio para intentar reconstruir el recorrido del delincuente, tanto su ingreso como su posterior huida.
Una vez más, la inseguridad en La Plata demuestra que no respeta ni edad, ni profesión, ni horario. En pleno día, en una zona residencial como City Bell, los vecinos ya no pueden vivir tranquilos. Mientras tanto, desde la Provincia de Buenos Aires, el gobierno de Axel Kicillof sigue mirando para otro lado.