
La ciudad de La Plata vuelve a ser escenario de un indignante hecho de inseguridad que deja al descubierto el fracaso del gobierno provincial en brindar garantías mínimas a los ciudadanos. Esta vez, una madre y su pequeña hija de apenas ocho años fueron atacadas por motochorros cuando llegaban a su casa en Villa Elvira. El brutal episodio ocurrió el martes 20 de mayo, pasadas las 20 horas, en la calle 602, entre 123 y 124.
La víctima, una trabajadora que regresaba a su domicilio junto a su hija a bordo de una motocicleta Honda Wave azul, fue abordada por dos delincuentes armados que se movilizaban en otra moto. Mientras intentaba abrir el portón de su vivienda, fue sorprendida por los delincuentes, quienes no dudaron en apuntarle con un arma y robarle la moto, una mochila y pertenencias personales. Todo sucedió en cuestión de segundos.
La secuencia fue captada por una cámara de seguridad de la cuadra y evidencia el nivel de impunidad con el que se manejan los delincuentes. Ni la presencia de una menor de edad detuvo a los asaltantes, que actuaron con total violencia, mientras la madre trataba desesperadamente de proteger a su hija.
Una vez más, el barrio queda conmocionado y la indignación crece entre los vecinos, que denuncian la falta de patrullaje policial y la total ausencia del Estado. Mientras Axel Kicillof y su ministro de Seguridad siguen ensimismados en discursos vacíos y estadísticas maquilladas, las familias bonaerenses viven un infierno cotidiano.
En Villa Elvira, como en tantos otros barrios de La Plata, la gente ya no puede salir ni llegar a sus casas con tranquilidad. La anarquía en materia de seguridad es total, y los delincuentes se sienten dueños de la calle. Los platenses están hartos de promesas y piden respuestas reales.
La investigación quedó en manos de la policía bonaerense, que revisa las imágenes del hecho para intentar dar con los responsables. Pero la realidad es que mientras no haya un cambio de rumbo, la inseguridad seguirá siendo la única certeza en la provincia que gobierna el kirchnerismo.