
Se terminó el régimen que trataba a los argentinos como delincuentes por ahorrar en dólares. Arranca la Reparación Histórica del Ahorro Nacional.
En una medida sin precedentes, el Gobierno de Javier Milei anunció el fin de uno de los mecanismos más nefastos del kirchnerismo: el sistema fiscal y cambiario que perseguía a los argentinos por el simple hecho de ahorrar en dólares. Bajo el nombre de “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos”, el Ejecutivo lanzó un ambicioso programa que marca un antes y un después para los pequeños ahorristas, que durante años fueron tratados como criminales por intentar resguardar su capital.
El anuncio fue encabezado por el vocero presidencial Manuel Adorni, junto al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. Desde Casa Rosada, Adorni fue contundente: “Esto se acaba hoy”. Y no exageró. El Gobierno libertario tomó la decisión política de terminar con la cultura del cepo, la vigilancia fiscal desmedida y la estigmatización del ahorro en moneda dura.
“Durante casi una década, el kirchnerismo equiparó comprar dólares con delinquir. Nos hicieron creer que quien compraba más de 200 dólares era una suerte de Al Capone. Esa locura terminó”, disparó Adorni, en referencia al cepo impuesto durante los gobiernos de Cristina Kirchner, hoy la condenada por corrupción, y continuado por sus alfiles como Axel Kicillof y Sergio Massa.
El plan de liberación se ejecutará en dos etapas: una por decreto y otra mediante un proyecto de ley que será enviado al Congreso. En la primera fase, se eliminarán regulaciones absurdas impuestas por la Unidad de Información Financiera (UIF), que destinaba recursos del Estado a perseguir a ciudadanos por operaciones ridículas como la compra de una licuadora en cuotas. “La voracidad fiscal llegó a niveles insólitos. Se espiaba a los argentinos por ahorrar, mientras se hacían la vista gorda con los bolsos de López y las cajas fuertes de Cristina”, agregó Adorni.
La segunda etapa del plan buscará, vía ley, reformas estructurales en la ley penal tributaria y una amplia desburocratización para personas físicas. La meta: terminar con el “Estado policía” que dejó el kirchnerismo y construir un sistema amigable para quienes eligen el camino del esfuerzo, el ahorro y la previsibilidad.
Según datos oficiales, por cada peso que circula en blanco, hay cinco en negro. Un reflejo directo del desastre institucional heredado. Con esta medida, el gobierno de Milei apunta a blanquear miles de millones de dólares que hoy duermen en colchones, cajas de seguridad y cuentas en el exterior. Una jugada maestra para traer certidumbre, libertad y crecimiento real.
Mientras la casta y sus medios se rasgan las vestiduras, los argentinos honestos celebran: vuelve la libertad, vuelve la confianza, y el ahorrista deja de ser enemigo del Estado.