
Vecinos hartos, calles intransitables, basurales eternos y un Estado completamente ausente. Así se vive hoy en las localidades platenses de Arana, Sicardi e Ignacio Correas, donde este sábado a las 14 horas se convocó una nueva manifestación en la intersección de 137 y 620 para visibilizar lo que ya es insostenible: el abandono total por parte del municipio y la provincia.
La marcha surge como un grito desesperado ante una realidad que empeora día a día. Robos, escruches, amenazas, falta de patrulleros, luminarias apagadas y un paisaje urbano devastado por la desidia del gobierno local y provincial. En medio de una creciente ola de delitos, los vecinos denuncian que solo hay un patrullero para toda la subcomisaría de Arana, mientras las cámaras de seguridad no funcionan o directamente ni existen.
“Estamos completamente solos. Nos roban, nos amenazan, vivimos entre calles destruidas y basura acumulada. No se puede vivir así”, dijo a La Curva Diario uno de los organizadores de la protesta, visiblemente indignado. Según explicó, hace meses que los reclamos se acumulan sin respuestas ni de Julio Alak ni del gobernador Axel Kicillof, responsables directos del caos que vive esta zona olvidada del Partido de La Plata.
A esta situación se le suma un episodio escalofriante ocurrido a principios de abril en Arana. Una pareja fue amenazada de muerte en plena madrugada por su propio vecino, que irrumpió en la vivienda con un cuchillo. Lo que parecía un hecho aislado, derivó en el hallazgo de un búnker narco a escasos metros del lugar, con drogas listas para ser distribuidas en el barrio. El agresor, que vivía al lado de las víctimas, fue detenido tras un allanamiento donde se secuestraron estupefacientes y pruebas clave para la causa.
El sur platense se ha convertido en tierra de nadie. La falta de presencia estatal, la impunidad y el avance del narcotráfico generan una mezcla explosiva que pone en jaque la paz social. Mientras los vecinos salen a la calle a reclamar lo que les corresponde —seguridad, limpieza y servicios básicos—, las autoridades miran para otro lado y siguen sin dar la cara.
La protesta de este sábado busca ser un punto de inflexión, aunque la sensación general es que el abandono ya es estructural y que para la gestión kirchnerista de Kicillof y Alak, Arana, Sicardi y Correas no existen en el mapa.