
El Gobierno de Javier Milei, en su clara apuesta por la liberalización de la economía y la eliminación de trabas burocráticas que afectan al sector productivo, ha tomado la decisión de reducir las retenciones a las exportaciones de más de 4000 productos industriales. La medida, que se aplicará por decreto, se encuentra en las últimas etapas de revisión antes de ser publicada oficialmente en el Boletín Oficial.
La medida beneficiará a unas 3500 compañías que representan el 88% de las exportaciones de manufacturas en el país. Sectores clave como la industria química, farmacéutica, textil y maquinaria agrícola serán los más beneficiados, lo que contribuirá a una mayor competitividad en los mercados internacionales y, por ende, a un incremento en las exportaciones.
El equipo económico de Javier Milei, encabezado por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ha destacado que esta medida es un paso fundamental para impulsar el crecimiento industrial y reducir las distorsiones fiscales heredadas de administraciones anteriores. Se espera que el impacto de esta reducción sea positivo tanto para las empresas exportadoras como para el país, al permitirles acceder a mejores condiciones de competitividad frente a los mercados internacionales.
Es importante recordar que, a principios de 2025, el Gobierno de Milei ya había implementado una serie de medidas orientadas a la reducción de impuestos y aranceles. En enero, se redujeron las retenciones al agro, bajando la alícuota de la soja del 33% al 26% y la del trigo del 12% al 9,5%, junto con la eliminación de este tributo para las economías regionales.
Además, en marzo de este mismo año, se disminuyeron los aranceles de importación de productos textiles, lo que incluye una importante rebaja en los impuestos aplicados a indumentaria y calzado, así como una reducción en los aranceles de los hilados y las telas. También se facilitó la importación de maquinaria usada al eliminar el requisito del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
Estas medidas tienen un objetivo claro: mejorar las condiciones de producción e inversión en el país, favorecer la competitividad de las industrias argentinas en los mercados internacionales y mejorar la relación con los sectores laborales moderados. Se espera que, en los próximos meses, el Gobierno de Milei también impulse una reforma laboral que contemple la flexibilización de las negociaciones entre empresas y trabajadores, con miras a una mayor desregulación que favorezca el crecimiento económico.
La administración de Javier Milei continúa con su compromiso de reducir los impuestos que afectan a los sectores productivos, lo que se suma a un conjunto de medidas que tienen como eje central el crecimiento económico y la desburocratización del sistema tributario. En un país donde el intervencionismo estatal ha sido moneda corriente, la orientación del Gobierno libertario hacia la liberalización económica marca un cambio de rumbo significativo en la política económica argentina.