
Otra noche de terror en La Plata: una pareja de jubilados de 80 años vivió una pesadilla en su propia casa de City Bell, cuando tres delincuentes armados irrumpieron mientras dormían. Los maniataron, los amenazaron con armas, cuchillos y hasta una barreta, y revolvieron todo buscando dólares. El hecho ocurrió en una vivienda de la calle 460 entre 30 y 31, y expone nuevamente el infierno de inseguridad que golpea sin piedad a los vecinos de la Zona Norte de La Plata.
Según relató la víctima, una mujer de 80 años, el violento ataque sucedió alrededor de las 4 de la madrugada. La mujer dormía en su habitación, separada de la de su esposo —quien padece sordera— cuando fue despertada de manera brutal por uno de los criminales. “Despertate, despertate…”, le susurraron al oído mientras le apuntaban con un arma y le tapaban la boca para que no gritara. Al abrir los ojos, lo que vio fue de película de terror: tres delincuentes armados hasta los dientes, listos para todo.
En plena madrugada y bajo amenazas constantes, los ladrones comenzaron a exigir “los dólares”. La mujer, en estado de shock, no recordaba dónde los había escondido. Uno de los delincuentes la amenazó con cortarle un dedo si no colaboraba. Finalmente, recordó el lugar y les entregó los 1.000 dólares que tenía ahorrados para comprarle audífonos a su marido. “Me costó mucho juntar esa plata”, contó la jubilada entre lágrimas.
Pero los delincuentes no se conformaron. Revolvieron toda la casa, se llevaron objetos de valor, y antes de escapar, ataron al esposo de la mujer, aunque le dieron agua para tranquilizarlo. “Le pedían que se tranquilice”, dijo la víctima. Tras dejar todo patas para arriba, los delincuentes escaparon y siguen prófugos.
Este brutal episodio vuelve a dejar al descubierto el fracaso total del modelo de seguridad kirchnerista en la provincia de Buenos Aires. Mientras Kicillof y Alak se ocupan de proteger delincuentes y liberar presos, los jubilados viven con miedo hasta de dormir. La Plata arde, y nadie del Gobierno responde.