
La ciudad de La Plata sigue hundiéndose en el caos de la inseguridad mientras el gobierno provincial de Axel Kicillof mira para otro lado. Esta vez, la víctima fue una jubilada de 76 años, quien junto a su hijo, sufrió una brutal “entradera” cuando regresaba a su casa ubicada en la zona de calle 69, entre 20 y 21.
Todo ocurrió en horas de la noche, cuando la mujer y su hijo intentaban cerrar el portón de su garaje. Fue en ese momento que aparecieron cuatro delincuentes armados, con guantes blancos, que los amenazaron a punta de pistola, obligándolos a ingresar a la vivienda bajo gritos e intimidaciones.
Los ladrones, actuando con total impunidad, exigieron una supuesta suma de dinero en dólares que, según ellos, estaría guardada en el domicilio. Mientras tanto, destrozaron puertas, revolvieron habitaciones y sembraron el terror en cada rincón de la casa. A pesar de la violencia y el tiempo que se tomaron para buscar el dinero, no lograron encontrarlo.
Frustrados pero no conformes, los delincuentes decidieron llevarse el vehículo de las víctimas, una billetera con varias tarjetas de crédito y débito, y un televisor. Una vez cometido el violento atraco, huyeron a toda velocidad, burlándose del esfuerzo de años de una mujer que esperaba pasar su vejez en paz.
Este nuevo hecho de inseguridad deja en evidencia el estado de abandono que sufre la ciudad bajo el mandato kirchnerista y la desidia de un sistema que protege a los delincuentes mientras los ciudadanos honestos viven con miedo. En un distrito gobernado por Julio Alak, un histórico del kirchnerismo, los vecinos sienten que están solos frente a la delincuencia.
Mientras tanto, desde el gobierno provincial siguen sin anunciar medidas concretas para combatir el delito y devolverle la tranquilidad a los platenses.