
La intolerancia de la izquierda violenta en La Plata volvió a quedar en evidencia con una nueva pintada cargada de odio y resentimiento. En esta ocasión, vándalos anónimos desde un lugar totalmente de cobardía, escribieron insultos y descalificaciones en la zona de 532 y 118, utilizando los clásicos términos vacíos con los que el progresismo busca censurar y amedrentar a todo aquel que no comulgue con su ideología.
El hecho fue reportado por el periodista Esteban Trebucq a través de su cuenta de X, donde compartió una imagen de la pintada y denunció la reiteración de estos ataques en la ciudad.
Estos actos de vandalismo no son un hecho aislado. En la ciudad de La Plata, con el silencio cómplice de autoridades municipales y provinciales, el avance de la militancia del odio y el resentimiento se ha vuelto moneda corriente, con escraches, amenazas y ataques a la propiedad privada como herramientas predilectas para imponer su relato. Mientras el kirchnerismo intenta vender un discurso de amor, tolerancia y diversidad, sus seguidores se dedican a marcar con violencia a quienes piensan distinto, ante el evidente fracaso de los resultados de su doctrina
Es llamativo el silencio cómplice de los organismos de derechos humanos y de la Justicia, que miran para otro lado cuando los ataques provienen del sector que históricamente se victimizó y se mostró como “oprimido”. La pregunta es: ¿hasta cuándo se permitirá esta impunidad? ¿Habrá algún fiscal con el coraje suficiente para investigar y sancionar a los responsables?
La hipocresía de la izquierda es cada vez más evidente, al igual que su fracaso doctrinario. Mientras intentan censurar con la etiqueta de “fascistas” o “nazis” a quienes defienden la libertad y el orden, ellos mismos actúan con violencia, prepotencia y cobardía. Es momento de que la Justicia y la sociedad dejen de tolerar estos atropellos y se ponga un freno definitivo al avance del odio zurdo en La Plata.