
En una muestra de sinergia entre el organismo financiero internacional y el Gobierno, Federico Sturzenegger, actual ministro de Transformación y Desregulación del Estado, ha sido incorporado al nuevo Consejo Asesor sobre Emprendimiento y Crecimiento del FMI. Este gesto se interpreta como un firme reconocimiento a la destacada gestión del Gobierno y a la capacidad innovadora del ministro, quien ha trabajado incansablemente para impulsar reformas orientadas al crecimiento económico y la productividad.
El consejo, cuya misión es identificar políticas que potencien la asignación eficiente de recursos y fomenten la innovación, está integrado por un selecto grupo de destacados líderes y expertos internacionales. Además de Sturzenegger, la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, anunció la participación de reconocidos nombres como el Profesor Ufuk Akcigit y el Profesor Arnold C. Harberger de la Universidad de Chicago; Su Alteza Real la Embajadora Reema Bandar Al-Saud, representante de Arabia Saudita en Estados Unidos; y el empresario Marc Benioff, presidente y CEO de Salesforce.
La integración de estos referentes, junto a figuras del mundo corporativo y financiero como Ana Botín, presidenta ejecutiva del Banco Santander; Natarajan Chandrasekaran, presidente del Tata Group; Margherita Della Valle, consejera delegada del Grupo Vodafone; Tony O. Elumelu, fundador y presidente de Heirs Holdings; y Robert Smith, fundador y CEO de Vista Equity Partners, refuerza la intención del FMI de contar con perspectivas diversas y expertas que enriquezcan el debate sobre políticas macroeconómicas y financieras.
El nuevo consejo se reunirá aproximadamente cada tres meses en sesiones estructuradas bajo las reglas de Chatham House, lo que permitirá un intercambio franco y constructivo entre sus miembros. La selección de estos expertos no solo subraya la confianza internacional en el talento y la visión del Gobierno, sino que también abre nuevas posibilidades para generar propuestas innovadoras que impulsen el crecimiento liderado por el sector privado.
Este movimiento se suma a una serie de iniciativas orientadas a modernizar y dinamizar la economía, lo que posiciona al Gobierno y a Sturzenegger como artífices de un cambio positivo, orientado a superar desafíos económicos globales y a restablecer el dinamismo productivo en un contexto de baja productividad mundial.