La ola de inseguridad sigue golpeando a la Provincia de Buenos Aires sin que el gobierno de Axel Kicillof haga algo al respecto. Esta vez, una farmacia en Ensenada fue blanco de delincuentes que, durante la madrugada del jueves, lograron escapar con total impunidad llevándose un botín de alrededor de $2 millones.

El asalto ocurrió en un local ubicado sobre La Merced, entre Marqués de Avilés y Sarmiento. Fue descubierto por el capataz de una obra en el edificio, quien alertó al propietario del comercio. Al llegar al lugar, el dueño encontró un panorama desolador: el interior revuelto, cajones abiertos y la caja registradora destrozada en el suelo.
Según trascendió, los ladrones ingresaron al comercio por la parte trasera del inmueble. En el momento del robo, ni las cámaras de seguridad ni el sistema de alarma estaban operativos debido a las reformas en el edificio, lo que facilitó la tarea de los delincuentes. La ausencia de patrullaje policial y la inacción del Estado provincial volvieron a dejar a los vecinos a merced del crimen.
Mientras la investigación avanza a paso lento, los responsables del robo siguen prófugos. Los peritos analizan si las cámaras de seguridad municipales, las de un supermercado cercano o las de un banco privado lograron captar algún indicio sobre los delincuentes. La denuncia fue radicada en la comisaría primera de Ensenada, aunque la falta de respuestas en casos similares deja poca expectativa de justicia.
Los comerciantes y vecinos de la zona no ocultan su preocupación. En un contexto donde los robos y delitos violentos se han convertido en moneda corriente, la falta de medidas concretas por parte del gobierno provincial no hace más que aumentar el temor. “Estamos totalmente desprotegidos. Trabajamos para que nos roben y no vemos ningún tipo de reacción de las autoridades”, manifestó un comerciante de la zona.
Desde hace meses, Ensenada y otras localidades de la provincia padecen una escalada delictiva que parece no tener freno. Comerciantes, trabajadores y vecinos están cansados de ser víctimas del crimen mientras las fuerzas de seguridad, dependientes del gobierno de Kicillof, siguen sin brindar respuestas efectivas.
Este nuevo episodio de inseguridad evidencia una vez más el abandono de la Provincia por parte de Kicillof y la complicidad del kirchnerismo con el descontrol criminal. Mientras los comerciantes ven peligrar sus fuentes de trabajo, los delincuentes operan sin restricciones y las fuerzas de seguridad brillan por su ausencia.