El kirchnerismo no logró llenar la plaza. El Gobierno logró blindar el acuerdo con el FMI. Jornada negra para la izquierda golpista.

Este miércoles, la anunciada movilización “por los jubilados” confirmó lo que ya era evidente: el kirchnerismo y la izquierda han perdido el respaldo popular. Con una plaza semivacía, la protesta quedó lejos de la convocatoria masiva que pretendían sus organizadores, evidenciando su creciente desconexión con la realidad de los argentinos.
Mientras la izquierda insiste con movilizaciones estériles y discursos vacíos, el gobierno del presidente Javier Milei sigue firme en su camino hacia la estabilidad económica. La firma del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que habilita la renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) marca un nuevo paso en la reconstrucción del país.
Este acuerdo permitirá cancelar deudas heredadas del kirchnerismo y fortalecer las reservas del Banco Central, sentando las bases de una Argentina más sólida y próspera.
Aunque la manifestación fue convocada en teoría para defender a los jubilados, la realidad mostró otra cosa: predominaban las banderas palestinas y los estandartes del Polo Obrero, el grupo piquetero de Eduardo Belliboni. Una vez más, la izquierda utiliza causas nobles como excusa para promover sus propias agendas.
No hay que olvidar que la semana pasada estos mismos grupos desataron el caos en el Congreso, protagonizando ataques que causaron destrozos valuados en más de $414 millones. Estos hechos no fueron una simple protesta, sino un verdadero atentado contra la República y el orden democrático.
La jornada de hoy deja en claro que el kirchnerismo está cada vez más aislado y sin capacidad de movilización genuina. Mientras tanto, Javier Milei sigue gobernando con firmeza, asegurando un futuro económico estable para todos los argentinos y dejando atrás las prácticas violentas de la izquierda.